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lunes, 13 de abril de 2020

ACCESORIOS QUE NO PUEDEN FALTAR EN TU EQUIPACIÓN CICLISTA (Parte 1)

Si esta entada es muy apoyada, el lunes que viene subire la segunda parte. Además si no os queréis perder nada nos podéis seguir pinchando aquí.
#Ciclosrichisequedaencasa

El ciclismo es una de las grandes pasiones que podemos disfrutar en la vida. Qué menos que tener el equipamiento adecuado para hacerlo de la manera más segura. No eches en falta nada en tu próxima ruta.
Equipamiento básico de ciclismo
Una de las primeras ilusiones que tenemos en nuestra vida es aprender a montar en bici. Una vez que lo conseguimos, comienza una odisea de aventuras interminable que es muy probable que dure hasta el final de nuestros días. El ciclismo es uno de los placeres que podemos disfrutar cada año, y en España es desde hace mucho tiempo un hobby que muchos de nosotros practicamos con cierta frecuencia y con el que podemos desconectar, descubrir nuevos caminos, rutas y tener sensaciones increíbles y únicas que nacen gracias a este medio de transporte. Por no mencionar además que se trata de una actividad saludable y divertida para nuestro organismo, sin importar la edad.
Como amantes del ciclismo, estamos deseosos que nuevos ciclistas se pongan en marcha y saquen a relucir su pasión por un deporte amado por muchos en la península y con gran presencia en ciertos lugares del país. Por ello, todos debemos tener claro cuál es el mejor equipamiento básico para ciclistas, con los diferentes accesorios que debemos llevarnos con nosotros en nuestra salida. A continuación podrás empaparte sobre cada uno de los que te recomendamos no dejar en casa cuando vayas a montar en bicicleta.


1. El casco salva vidas
Si todos se empeñan en recordártelo, será por algo. El uso del casco ha pasado de ser una elección opcional a convertirse prácticamente en una obligación, sin importar trayectos o edades del ciclista. No debemos justificarnos con la idea de que no es necesario ponernos casco porque una bici no es una moto. Cualquier caída o golpe en la cabeza puede ser mortal y nuestra vida está en juego si no hacemos uso de él cuando montemos en bicicleta.
La normativa actual consiste en que sólo es obligatorio para ciclistas menores de 16 años y sólo es recomendable para los adultos en la ciudad, aunque obligatorio también en vías interurbanas. Por mucha polémica o indecisión que exista sobre su uso, desde luego, los números no engañan. Hasta en un 85% se reduce el riesgo de sufrir una grave lesión en nuestra cabeza, que puede afectarnos el resto de nuestra vida, si en el accidente llevamos puesto casco, según detalla un estudio publicado en The New England Journal of Medicine, un dato que merece la pena tener en cuenta.
Si bien los accidentes en bicicleta pueden ser provocados por cuestiones ajenas al ciclista y las lesiones pueden afectar a diferentes partes del cuerpo, el impacto en la cabeza es sin duda el mayor peligro al que nos enfrentamos. Por ello, no existe mejor razón para concienciarnos de que el casco es sin duda el accesorio más importante que nunca debemos olvidar. Fabricados con material poliestireno, éste absorbe el impacto del golpe destruyéndose.
A la hora de escoger un casco, existen tipos diferentes según la disciplina que vayas a realizar. Los cascos de montaña y de ruta suelen ser los más usados, ya que ofrecen tanto una mayor protección como una ventilación adecuada, además de que su estabilidad es más resistente para pedalear en terrenos donde podemos encontrarnos con subidas y bajadas. Es recomendable decantarse por un casco ligero que se adapte sin problemas a nuestras medidas y que no nos dificulte la visión a la hora de realizar el recorrido.
Procura que las correas se ajusten correctamente para mayor comodidad y seguridad. Y, por supuesto, no olvides reemplazar el casco en el caso de que éste ya haya sufrido un golpe o tenga el mínimo daño apreciable. Su protección ya no será la máxima. Los cascos de tipo recreativo, menos ligeros y resistentes, son utilizados mayormente para realizar recorridos menos severos en los que protegerse del sol.


2. No te juegues tu bici, utiliza un candado sencillo pero seguro
Cuántos habrán dicho «es sólo un momento, no pasará nada». Sabemos de sobra que lo más sensato es utilizar un candado o eslabón de cierre rápido que nos evite disgustos innecesarios si tenemos que dejar la bici un minuto, cinco o las horas que necesitemos en algún lugar. Sin un buen cierre de seguridad podemos dejar nuestro vehículo sin motor totalmente expuesto a un posible robo que nos deje sin ella. Si bien es cierto que todos los candados pueden romperse, qué mejor que cubrirse las espaldas con uno que dificulte al máximo el intento de robo del ladrón.
Debes saber que, además de adecuarse al tipo de bicicleta, el candado debe ajustarse a las condiciones habituales en las que te encuentres cuando salgas, como la zona en la que la vas a dejar aparcada, de mayor o menor riesgo, o el tiempo de espera que debe estar sola. Como también se trata de un accesorio que vas a llevar contigo siempre, conviene que sea de sencillo y cómodo manejo. Incluso si eres buen previsor, seguro que habrás optado más de una vez por llevarte también el sillín para asegurar todavía más si cabe el posible hurto.


3. Luces para ver y dejarse ver
Otro accesorio vital para nuestra seguridad a la hora de montar en bici. Hay que recordar que cuando nos trasladamos con estos vehículos sin motor, si en algún momento tenemos que desplazarnos fuera de los carriles de bici (sólo para ciclistas), estaremos expuestos a la circulación del resto de vehículos y peatones. En esos casos, es de suma importancia tanto que veamos con claridad como que nos mantengamos visibles para evitar posibles choques o accidentes causados por la falta de luz a la hora de circular.
Dependiendo de lo que necesites o del modelo de bici que tengas, podrás hacerte con diferentes tipos, pero a la hora de adquirirlas, debes tener en cuenta cuestiones como la potencia que requieras para hacerte más o menos visible, dependiendo de la luminosidad de la zona donde circules (por ejemplo, si te encuentras en una calle suficientemente iluminada es posible que no necesites luces de tanta potencia). Pero no sólo debemos pensar en ser vistos desde una posición. El objetivo es facilitar una visibilidad también lateral que te permita ser visto prácticamente en 180º gracias a la potencia de las mismas. Y si por casualidad, el juego de luces te juega una mala pasada y sufre una avería, lo puedes paliar con un chaleco fluorescente o reflejantes con los que hacerte ver a toda costa.
Debemos tener en cuenta también el uso del timbre, que sin abusar de él, puede ser la mejor ayuda en aquellos momentos en los que deseas avisar a alguien que se encuentra caminando por el carril bici cuando el ciclista tiene preferencia.

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